GUAY | Revista de lecturas | Hecha en Humanidades | UNLP

LITERATURA/PLÁSTICA/TEATRO

CATALINA NEUMANN


Los cercos/Ellas saben/Celina y las cartas (2023)
en memoria de Celina Lacay

lacay

     Hay personas que tienen la potencialidad de impactar profundamente en los otros, acercando distintos modos de pensar y accionar sobre la realidad. Celina Lacay ha sido definitivamente una de ellas, teniendo la capacidad de atravesar no solo a los que la rodearon, sino también a quienes pudieron conocerla mediante producciones realizadas por ella y sobre ella. En este sentido, una recopilación de cuentos y poemas, una exposición de arte cerámico o una función de teatro se convierten en alternativas posibles para acercarse a Celina y a su sensibilidad. Desde la luz y la determinación, ella logró interpretar e intervenir en un contexto signado por la más profunda oscuridad.

 

¿QUIÉN ERA CELINA LACAY? 

     Definir a Celina es una tarea difícil de abordar. Podríamos decir que fue una estudiante y luego profesora de la Universidad Nacional de La Plata, historiadora, escritora, militante del campo nacional y popular, madre de tres y presa política de la última dictadura de nuestro país. Sin embargo, esta descripción no alcanza a reconstruirla por completo, porque Celina era también un universo de sensaciones. Era alegría, ternura, optimismo y esperanza, pero también resistencia, rebeldía y fortaleza. Es que, en realidad, no se trata de cuestiones contradictorias y ese es precisamente su legado: cómo la alegría puede ser un acto de resistencia

    Durante la última dictadura, Celina estuvo detenida seis años, tres meses y siete días. Tras breves estadías en las comisarías 5ta, 8va y la cárcel de Olmos en La Plata fue trasladada a Villa Devoto, donde permaneció hasta obtener su libertad. Desde allí escribió cuentos, poemas y correspondencia para su familia. Aquellas cartas estuvieron signadas por el amor y la ilusión. Asimismo, ella expresaba y contagiaba estas emociones en la cotidianidad que compartía con sus compañeras de prisión. En este sentido, testimonios posteriores destacaron su capacidad para contener a otras mujeres y tejer redes afectivas al interior del encierro. Siendo detenida en 1976, le otorgaron la libertad en 1982 y falleció cinco años después, por una enfermedad que no fue tratada durante su reclusión. Sin embargo, sus trazos continúan presentes, marcando una posible forma de intervención sobre la realidad. 

     En los últimos años, los escritos de Celina han conformado la base para distintas creaciones. Se compilaron en un libro, se intervinieron y encuadraron formando una muestra artística, e inspiraron parte del guión de una obra teatral. Sus palabras aún poseen un enorme significado para nuestra actualidad, permitiendo repensar los modos de resistencia y acercándonos la potencia que tiene la ternura para combatir la atrocidad.

 

ENTRE PÁGINAS. Los cercos

     El libro titulado Los cercos es una recopilación de los escritos de Lacay. Muchos de los cuentos y poesías que reúne fueron producidos entre 1976 y 1982, mientras la autora se encontraba en la cárcel de Villa Devoto. Este material sobrevivió al encierro siendo enviado por correspondencia a su familia y quedando copias al resguardo de otras presas políticas. Tras salir en libertad, Celina continuó escribiendo. Sin embargo, al fallecer a los pocos años de su excarcelación, la publicación de su obra fue realizada póstumamente por su familia. El prólogo y la edición estuvieron a cargo de su compañero (Ramón Torres Molina), mientras que las ilustraciones fueron realizadas por una de sus hijas (Celina Torres Molina). 

     Sus palabras permiten reflexionar acerca de la vinculación entre historia, política y literatura. Desde la ficción y la metáfora, recorre la historia argentina del siglo XIX y XX, transitando por distintos procesos y acontecimientos que marcaron a la Argentina. La posibilidad de escribir acerca de la usurpación de Malvinas, la guerra del Paraguay, el levantamiento de Felipe Varela, la Revolución de 1905, el peronismo y las dictaduras de 1966 y 1976 se debe a una combinación de sus conocimientos históricos, sus vivencias personales y las anécdotas brindadas por otras compañeras de prisión.  

     Los relatos de Celina tratan sobre momentos históricos concretos, pero poseen una profunda actualidad. Algunas de las reflexiones que se plasman en ellos son transversales a distintas temporalidades; en este sentido, permiten trazar vinculaciones entre el momento en que transcurre, en el que se escribe y en el que se lee el relato. Uno de estos casos podría ser “Vendrán los cóndores”, que propone una valorización de la independencia y la soberanía nacional, trascendiendo fronteras cronológicas precisas. La ficción se sitúa en 1833, fue escrita entre 1976 y 1982, y se lee en la actualidad de nuestra década. Desde personajes ficticios y en torno a Malvinas, la autora critica el imperialismo que signó a la Argentina desde antes de 1810. Pero lejos de interpretarlo como característica endémica del país, le imprime su carácter histórico y, en consecuencia, la posibilidad de erradicarlo. En este sentido, se transmite aquella ilusión de que vendrán los cóndores para combatir junto a un pueblo al que nadie ni nada puede vencer frente a la defensa de su dignidad.

     Si bien los textos nos acercan a diferentes personajes, lugares y períodos, al ser elaborados por la misma autora, logran reflejar el modo de interpretar e intervenir la realidad por la que abogaba Celina. En muchos cuentos es crítica con la sociedad argentina y la disciplina histórica, en otros describe desde la poesía las experiencias de la tortura y el encierro. Pero, más allá de estar narrando –a veces de modo explícito y otros implícito– episodios sombríos del país, no invade al lector con el desasosiego, sino con la esperanza. Porque vendrán los cóndores a luchar junto al pueblo; porque las palomas libres vuelan mejor que los pespires verdugos; porque la literatura rescata a las mujeres del olvido histórico siendo una patria de asilo; porque el río Mapocho permite conectar con la memoria de los pueblos; o porque observar los Andes es mirar la Patria.  

 

ENTRE CUADROS Y ENMARCADOS. Ellas saben.

     Ellas saben es una muestra artística itinerante compuesta por cuadros y objetos de cerámica, que poseen entre sus partes fragmentos de cartas o poemas de Celina Lacay. La obra fue realizada por su hija, Celina Torres Molina, en un intento de reconstruir su propia historia, pero también de compartir el legado de su madre y de sus compañeras de Villa Devoto. De allí que el nombre sea plural y no singular, ya que se busca rescatar a Celina, pero también a aquellas mujeres con las que había compartido años de ausencia, incertidumbre y espera. Se trata de resaltar la importancia de esos vínculos de solidaridad y sororidad que lograron trazarse en un contexto signado por el terror, el incentivo al individualismo y el quiebre de los lazos sociales.  

     Las diferentes piezas que componen la exposición nos permiten acercarnos a la historia de la familia Torres Molina-Lacay mediante su archivo privado, pero también a la historia general del país. En este sentido y como la consigna popular sentencia: lo personal es político. La obra nos retrotrae a la última dictadura y nos permite comprender la profundidad de sus impactos. Amplía lo que en el sentido común se asocia con las víctimas del terrorismo de Estado. Por un lado, visibilizando la figura de las presas políticas. Por el otro, aproximándonos a los familiares de quienes fueron perseguidos, detenidos y/o desaparecidos. Cartas con deseos de feliz cumpleaños, felicitaciones por la finalización del jardín de infantes o preguntas sobre el inicio de clases en la escuela primaria, permiten dimensionar las profundas implicancias de aquellas ausencias en la vida de los seres queridos. 

     Empero, lo que mayormente resalta en la muestra, es la capacidad de Celina para conectar con sus hijos desde el valeroso idioma del amor, incluso a distancia y a través del papel. Las cartas con mensajes de cariño y rodeadas de decoraciones con hilos bordados, fueron parte fundamental de la crianza de Lucre, Javi y Celi. En un contexto de encierro, ella logró transmitirles la fascinación por las flores, la importancia de lo colectivo ejemplificado en las anécdotas con sus compañeras de Devoto y la posibilidad de imaginar un futuro mejor. 

 

ENTRE TELONES. Celina y las cartas. La alegría es un acto de resistencia.

     La obra de teatro Celina y las cartas es una propuesta conjunta entre la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y el Espacio para la Memoria Ex. Comisaría Quinta. Es precisamente en este último sitio donde se brinda el espectáculo, cargando aún de mayor significado a la historia que se narra en el escenario. Si bien está destinado especialmente a visitas de instituciones educativas, en un principio como momento de conexión con allegados y luego como respuesta a la demanda general, también comenzaron a brindarse funciones abiertas al público. 

     La dirección escénica, guión y actuación son llevadas a cabo por Eleonora Gottlieb y Diego Mendoza Peña. La dirección de arte es realizada por Pierina Luiz. Y la producción audiovisual está a cargo de Broc Producciones. Creada desde el respeto y el cariño, la obra propone entrelazar las experiencias de la familia Torres Molina-Lacay con un período doloroso de la historia argentina. Se trata de reconstruir la última dictadura cívico-eclesiástica-militar del país a través de la correspondencia que Celina Lacay mantuvo con su esposo y sus hijos desde la cárcel entre 1976 y 1982. De este modo, el público logra aproximarse a un momento de la Historia desde una vivencia personal, permitiendo humanizarlo y dándole cara, nombre y voz a los sujetos que lo integraron. La obra permite no olvidar que, detrás de grandes y en este caso cruentos eventos y procesos, existen seres humanos con ideas, proyectos, deseos, miedos, familias y amigues.

     Desde la entrada al auditorio hasta los aplausos finales, el espectador se involucra en una experiencia conmovedora. Se trata de la representación de un período que suele generar tristeza, enojo y frustración; sin embargo, lo que transmiten desde el escenario es cariño y esperanza. Porque, en realidad, eso es también lo que proponía Celina en sus interacciones con sus compañeras y en los escritos a su familia. Lo que se refleja implícitamente en las escenas, y explícitamente en uno de los diálogos finales, es la valoración de la alegría como modo de resistencia, una estrategia presente de forma individual y colectiva en el accionar de las presas políticas de Devoto.

 

     Sea mediante una página, un cuadro o un diálogo, descubrir a Celina Lacay se convierte en un antes y un después, al presentarnos otros modos de interpretar e intervenir sobre la realidad. Encontrarse con las reminiscencias de los trazos y retazos de sus producciones nos conecta con la posibilidad de la ternura y el cariño como forma de lucha en contextos signados por el terror. Estas sensaciones son indisociables de la interacción con otros, de la profundización de redes y vínculos. Por ello, no hay forma de reponer a Celina sin mencionar a sus compañeras de Villa Devoto. En las producciones abordadas siempre está presente esta idea de colectivo que se generó entre las presas políticas, que es impulsada por la propia Celina: al dejar copias de sus cuentos al resguardo de sus pares, incluir en sus textos descripciones brindadas por otras compañeras y escribir en las cartas para su familia anécdotas sobre momentos compartidos con estas mujeres. 

     Más allá de la forma en que nos acerquemos a su historia, Celina tiene la capacidad de recargar de vitalidad al lector, al visitante y al espectador. Es que, apelar a la esperanza y al amor es una defensa de lo humano frente a un alrededor que desde el odio pretende destruir y deshumanizar. 

 

Acerca del libro: podés hallarlo en algunas librerías de la ciudad de La Plata. Referencia: Lacay, C. (2020). “Los cercos”. Memorias del Sur, Buenos Aires.

 

Acerca de la muestra artística: al tratarse de una exposición itinerante y variar el espacio en que se presenta, recomendamos consultar las redes sociales de la artista. Facebook: Celina Torres Molina. Instagram: celinatorresmolina.

 

Acerca de la obra de teatro: las funciones abiertas a todo público suelen anunciarse por las redes oficiales del Espacio para la Memoria Ex. Comisaria Quinta. Mientras que las visitas para asistir desde una institución educativa deben coordinarse vía email con el espacio.  Email: epmexcomisaría5ta@gmail.com Facebook: Espacio Memoria ex Comisaría 5ta. Instagram: espaciomemoria_ex5ta. 

CATALINA NEUMANN

Es estudiante del profesorado y la licenciatura en Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP y es parte de la Comisión de Estudiantes de Historia