“La gran película sobre la transición entre la dictadura y la democracia”, nos dice Nicolás Prividera conversando sobre Tiempo de revancha, de Adolfo Aistarain. Y la sentencia resuena fuerte a cuarenta años del estreno, tal vez porque no hemos delimitado del todo aún esa transición y sus contornos políticos fundamentales.

GUAY invita fervientemente a revisar Tiempo de revancha, a volver a verla y, sobre todo a ponerla en conversación y en perspectiva histórica. Nos mueve la certeza de que es una película mayor del cine argentino de cualquier época, y también otras varias conjeturas que queremos poner en entreveros y que se reúnen en torno de una idea: como pocas, esta obra sigue iluminando la historia argentina mucho más allá de la urgencia política de su hora y de su contexto de producción.