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POLÍTICA

MARIANA BELLUSCIO


Desde abajo y a la izquierda. Movimientos sociales, autonomía y militancias populares (2019)
de Mariano Pacheco

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Marx guiando al pueblo. ¿Qué pueblo? ¿Qué izquierdas?

    

     El reciente libro de Mariano Pacheco es un convite a pensar, indagar y establecer diálogos desde el campo popular y los espacios políticos que se entienden interlocutores y sujetos de ese campo. Desde que salió de imprenta, su autor no ha parado de presentarlo en diversos espacios de “militancia”, pero también en variados escenarios académicos; desde cátedras de pensamiento filosófico o político en universidades de distintos puntos del país, pasando por sedes de gremios, partidos políticos y organizaciones sociales, librerías y centros culturales de pueblos y ciudades. A pesar de esa intensa gira a lo largo y ancho del país, su autor me comenta que no ha sido un libro “muy reseñado”.  Estas líneas no tienen el propósito de saldar esa vacancia, porque en el debate y el encuentro es donde el texto de Mariano ha sabido encender contrapuntos.

     Estuve en una de esas presentaciones, en el marco de un ciclo de charlas sobre filosofía y política en la ciudad serrana de Cosquín. Lo más enriquecedor de esa ocasión fue la oportunidad de pensarnos, detenernos -e incluso en el disenso- conversar. Quizás allí radica el potencial mayor de este librito: nos anima a pensar con otrxs, a necesariamente entablar un diálogo que nos saca de la rosca de lo contingente y nos propone historizarnos. En ese sentido, se configura como parte de la apuesta que la editorial Cuarenta Ríos hizo desde que lanzó, allá por el 2015, su primer título. Y es que resulta tentador y hasta ineludible leer este texto en conjunto con las otras publicaciones, que la editorial supo poner en circulación a partir de lo que todxs intuíamos, sería un tiempo más que difícil. La lectura cruzada y las conversaciones entre Mariano Pacheco, Diego Sztulwark, María Pía López, Javier Trímboli, Damián Selci, Silvia Schwarzböck entre otrxs, nos asistieron durante estos últimos cuatro años de asedio y shock macrista, en el urgente ejercicio de reponernos de la mera idea de la derrota y comprender -o intentar al menos- las razones que nos dejaron otra vez en el ojo de tormenta neoliberal del que, parecía, estábamos curadxs de espanto.

     La nueva publicación de Pacheco se hilvana con algunas discusiones y miradas que el autor sostiene en sus libros anteriores, estableciendo un recorrido reflexivo sobre las expresiones políticas de la Argentina de posdictadura. Hay en el texto una intención de dar cuenta de los cruces y desencuentros entre lo que él denomina “nueva izquierda autónoma” y formas más tradicionales de expresiones políticas, que se abrigaron bajo una matriz estadista y de “tibia redistribución del ingreso”; idea en donde va a ubicar la experiencia kirchnerista y que desandará en conversaciones y contrapuntos con Diego Sztulwark.

     Relata con detalle de cronología, una a una las movilizaciones, marchas y expresiones de la organización popular de base que se dieron en estos últimos cuatro años (y sus respectivas respuestas represivas) en donde cierta incapacidad de reacción y también de análisis nos hizo creer que en el campo popular “no pasaba nada”.

     El relato se expresa en primera persona, no es un ensayo sobre, si no desde: Mariano habla desde la militancia, la toma de las calles, las barriadas, el “territorio”; pero no resigna ni medio tranco a concebir esas experiencias desde una profunda y necesaria inscripción intelectual e histórica. Pacheco indaga y sistematiza su propio archivo, dialoga con las tradiciones que lo componen y tensa esa relación. Se propone un manifiesto, no renuncia a la intelectualidad, si no que la ubica en el centro de los procesos militantes (al menos del suyo) y emprende la búsqueda de construir -casi en un ejercicio de cartógrafo- teoría revolucionaria a partir de la experiencia.

     En Desde abajo y a la izquierda Mariano Pacheco reconstruye los itinerarios de la nueva politicidad de los sectores populares -que se cocinó en los ochentas y primeros noventas- para confluir en lo que él denomina la apertura del ciclo revolucionario de la mano de los movimientos piqueteros, y que se extiende hasta el 2002 con la masacre de Avellaneda. En clave autobiográfica también, aparecen las vertientes culturales y los sonidos de época, que de la mano del punk rock acompañaron las impugnaciones y resistencias al ciclo neoliberal de las dos últimas décadas del siglo XX.

     ¿Qué nos devuelve la reconstrucción de esos itinerarios? La oportunidad de encontrar allí la génesis de una experiencia política popular nueva, despegada -o al menos abriendo otros linajes- de lo que nos ató /nos ata (muchas veces, incluso ahora) a las herencias políticas de los setenta. No necesariamente se desentiende de esa historia, pero nos permite pensar fenómenos nuevos. Dice su autor “La triada ‘Cortes de ruta- asambleas- planes trabajar’ inició un camino que sería recorrido a lo largo y ancho del país por vastas franjas de la militancia y sectores populares de la Argentina. Sobre todo, por aquellos que venían realizando una reflexión acerca de los límites que la lógica de los años anteriores tenía en la construcción política”. Allí encontramos una de las críticas más interesantes que Mariano Pacheco realiza sobre el kirchnerismo: su ¿inexplicable? negación hacia las expresiones políticas piqueteras y de movimientos de base de los años noventa y principios de los dos mil, su desestimación de la experiencia política acumulada en esos años y su pertinaz gesto de colocarse como heredero directo de los setenta; reificando así una forma vieja de hacer política en donde las nuevas generaciones se incorporaron sin encanto propio. Allí el autor encuentra una de las limitaciones de la militancia k, “jóvenes viejos”, los nombra. Y algo más: Pacheco también entiende que no es sólo una cuestión generacional, si no de clase. Los sectores sociales mayormente interpelados por el kirchnerismo no son los movimientos de base, los piqueteros o los sectores de la economía popular; si no los sectores medios, los intelectualizados, los movilizados políticamente por una intensa cuota de nostalgia.   

     Como contraparte de esa lectura analiza también las capacidades y limitaciones en la construcción de estrategias políticas propias por parte de las militancias populares y los sectores de base. La coyuntura post 2001 encuentra su ciclo de reflujo e impone la incerteza. A diferencia del planteo que propone el kirchnerismo en su horizonte conceptual, en la lectura de Pacheco los movimientos autónomos logran despegarse en algún punto de ese pasado, pero no encuentran tampoco el modo de expresar con claridad las incertidumbres de la época. El dilema parece ubicarse en dejarse o no cooptar por el Estado, y en ese movimiento, asumir o renunciar a los costos de construir una verdadera opción autónoma, desde abajo y a la izquierda. 

     Y aquí podemos adentrarnos en otro de los puntos jugosos para debatir e intentar leernos, aún desde el disenso. Hay en la mirada de Mariano un cierto grado de esencialismo, o para ser menos categórica y no caer en errores conceptuales, hay también en su mirada un dejo de nostalgia sobre una izquierda y un “desde abajo” que no sé si existe en la Argentina. O al menos no en los términos que se enuncian. Aun coincidiendo en señalar los desaciertos estratégicos y políticos del kirchnerismo en cuanto a no saber leer a amplios sectores sociales y políticos -que llegado el momento decisivo se expresaron en el revés electoral del 2015- no resulta claro poder encontrar lógicas posibles y reales de construcción política que florezcan con contundencia por fuera de la matriz del estado. Y aún más, por fuera del peronismo. 

     Podemos discutir largo y tendido si el kirchnenrismo es una expresión más del peronismo, si intentó sobrepasarlo, o si lo potenció y reactualizó. Es una discusión que este librito ronda de cerca, pero que se merece su lugar y su espacio. Volviendo a la idea de las autonomías,  podemos reparar en las nuevas estrategias desplegadas por los movimientos sociales y los sectores -que cada vez con más fuerza se inscriben en el marco de esta nueva constitución identitaria- de “la economía popular”; a partir de la vuelta del peronismo al poder (con Alberto Fernández, pero de la mano de Cristina) las reconfiguraciones que estos sectores están empezando a expresar, nos obligan a repreguntarnos por la naturaleza, posibilidad y alcances de esos autonomismos en el marco de un proyecto de país; más aún cuando un 40% del electorado nos recuerda que es posible llevar a las derechas al gobierno de la mano del voto popular.

     Sería interesante poder analizar qué chances reales de consecución tienen en la coyuntura actual las diez hipótesis del manifiesto para la nueva izquierda autónoma que cierran el libro. A condición claro de asumir que se está preguntando esto “con el diario del lunes”, sería un ejercicio obligado retomar punto por punto y desandarlo, sacudirnos dogmatismos y nostalgias y comenzar a leer este tiempo que nos toca no sólo en clave de reconstrucción de lo arrasado, si no en perspectiva de futuros posibles. 

MARIANA BELLUSCIO

Mariana Belluscio es profesora de Historia por la Universidad Nacional de Córdoba. Está a cargo de las cátedras de Introducción a la Historia e Historia Argentina I, en el IFD Roque Sáenz Peña de Cosquín, Córdoba.