La colección Madriguera llegó a mis manos en una bolsita de tela , a modo de regalo sorpresa. Tenía tres libros: Ensayo de vuelo, Lecturas imaginarias y ¿Qué hay en escribir? Al poco tiempo, eso que parecía una tríada se fue ampliando. Se sumaron Indiccionario de lo contemporáneo y El punto en el tiempo. Y ahora, ayer nomás, apareció Una casa lejos de casa. Van apareciendo y sorprenden. Se va expandiendo la madriguera de lecturas y escrituras de ensayos sobre teoría, arte y literatura que propone la colección. Va abriéndose en textualidades diversas que dan cada vez más la sensación de sinfín. Y mientras sigan apareciendo los túneles, las lectoras fanáticas de las madrigueras nos llenamos de ganas de ir a buscarlos para leer más. Porque cada libro deja preguntas y, con la certeza de que las respuestas no estarán en el siguiente libro, nos entusiasmamos en seguir la huella de EME en busca de más interrogantes. Así fue que fui a buscar Indiccionario de lo contemporáneo ni bien salió.
El nombre y la tapa eran (y son) una invitación. Cada libro como tal es una obra de arte. Indiccionario de lo contemporáneo no tiene título ni autores en su tapa, pero les lectores no los necesitamos. No se trata de un gesto rupturista, de generar un misterio. Todo lo contrario, la diagramación del libro hace sentido con su escritura colaborativa y se volvería redundante la repetición del título en la tapa. Esta se compone de un conjunto de módulos o voces que se yuxtaponen, superponen, completan y conversan dando la idea de diálogo y vínculos múltiples y diversos. Es que ni bien abrimos el libro, nos encontramos con muchos nombres, muchas personas. Cuatro organizadores: Celia Pedrosa, Diana Klinger, Jorge Wolff y Mario Cámara. Muchxs autorxs: Antonio Andrade, Antonio Carlos Santos, Ariadne Costa, Florencia Garramuño, Luciana di Leone, Wander Melo Miranda, Rafael Gutiérrez, Raúl Antelo, Reinaldo Marques y Paloma Vidal. Y las traductoras: Guillermina Torres, Samanta Rodríguez y Lucía González. Sin embargo, cuando nos vamos metiendo en las páginas, descubrimos que esa escritura múltiple no está marcada, segmentada, señalada. No hay advertencias de cambios de escritura. ¿Dónde comienza unx y termina otrx? No se anuncia, no se avisa, no importa. La escritura es colectiva porque escriben todes sin apropiarse cada unx de aquella parte que tipeó. Y ahí cobra muchísimo más sentido la propuesta artística que hizo Leticia Barbeito, la directora de arte de la Colección Madriguera. Y más aún cuando leemos la presentación que hacen les organizadores del “bárbaro, nuestro, vuestro” indiccionario, donde cuentan el proceso de escritura del libro, que vale tanto la pena traer a este comentario.
Indiccionario de lo contemporáneo comenzó a escribirse en el año 2012, en un encuentro para unas jornadas en la Universidad del Valle en Cali, Colombia. Desde diferentes perspectivas críticas y geográficas, nació el proyecto de un libro en torno a lo contemporáneo que sea sobre los problemas y temas comunes, en lugar de a partir de sus trabajos individuales. Fue un trabajo de cinco años en diversas etapas, que implicó muchas conversaciones por mail y algunos encuentros en persona, en los puntos intermedios entre las localizaciones diversas de les escritores y organizadores. Las seis entradas que forman este indiccionario surgen del debate en torno a las palabras clave que aparecían en los trabajos presentados en las jornadas. Cada una de esas entradas fue en principio escrita por parejas de trabajo. Pero, en la segunda etapa, fue otra pareja la que terminó cada una de las entradas. Por cada una pasaron como mínimo cuatro personas. Por eso no llevan autoría: esta lectura y escritura indicial es colectiva, excede los límites personales.
Seis nociones hacen el Indiccionario de lo contemporáneo: archivo, comunidad, destinación, lo contemporáneo, posautonomía y prácticas inespecíficas. Seis palabras, las relaciones que entre ellas se producen, las múltiples puertas que abren y las lecturas y escrituras diversas que lo construyen. Tiene de diccionario las entradas y el orden alfabético pero es también una elección de seis conceptos frecuentes en la crítica cultural latinoamericana y su negación en la deriva ensayística. Hay signos de pregunta en aquello que se afirma, hay afirmaciones y hay dudas. Se describe cada palabra y se la cuestiona, se las pone en relación y se construye una noción conjunta de lo contemporáneo en una seguidilla de entradas que permiten pensarlo y comprenderlo en sus diferentes aspectos.
Este Indiccionario invita a diversas lecturas posibles: desde la placentera de un domingo a la mañana hasta un resumen de la noción de archivo para preparar el final de Filología Hispánica. Lo digo, claro, desde mi propia experiencia lectora. Yo lo leía por placer el domingo entre mate y mate, cuando me acordé que una amiga estaba por rendir y me pareció un material de estudio excelente. Porque es un montón de puertas abiertas para ir pensando, pero también un gran recorrido por mucho de lo ya pensado sobre cada concepto. Se vuelve, de esta manera, una escritura inclusiva de todas aquellas personas que se acerquen al libro. En mi experiencia, por ejemplo, la entrada “archivo” fue un hermosísimo recorrido por nociones, autorxs, preguntas que ya había caminado. Un recorrido “de la mano” de una escritura conversada y decidida colectivamente. Pero esa entrada no es independiente de las demás, se complejiza y se expande al ser puesta en relación con las demás palabras que rodean lo contemporáneo. Entradas como la de “destinación”, que, a diferencia de la de “archivo”, fue todo sorpresa y entusiasmo. No conocía esta palabra como tal, aunque la poesía que leo y la poesía que escribo están cargadisimas de las segundas personas. Al poner la literatura en relación con las artes visuales, aparecen posibilidades mucho más complejas de destinar. Se abren las preguntas sobre la destinación contemporánea, su ética y su pluralidad de recepciones, que ponen en juego la unicidad que la lingüística atribuye a los pronombres en la enunciación. Una destinación que vuelve protagonistas a les lectores o espectadores, agentes constitutivxs del arte contemporáneo: lo hacen, lo mueven, lo transforman y lo afectan cada vez que se acercan, lo leen y lo tocan.
Ese mismo lugar tenemos les lectores de este Indiccionario de lo contemporáneo. Se hace notar la heterogeneidad de lecturas y lectores invitades a visitar el libro entero o alguno de sus fragmentos, hacer los recortes deseados en aquellas entradas que hacen sentido con las demás textualidades que circulan alrededor de cada lectora. Es que hay en las maneras de escribir, organizar y hacer el Indiccionario tantas puestas en duda, tantos cuestionamientos de las maneras de pensar y construir conocimientos, que les lectores nos sentimos invitades a ser también escritores de ese proceso: seguirlo, expandirlo, problematizarlo, diversificarlo. Esta manera de escribir e invitar se sitúa desde la misma contemporaneidad que se describe a lo largo y ancho, en las idas y vueltas por las seis entradas: su lugar de enunciación es consecuente con las maneras de pensar y hacer lo contemporáneo. En la mitad del libro, encontramos la entrada sobre “lo contemporáneo”, que funciona como centro para pensar a las demás. Pueden releerse desde este espacio-tiempo tanto las entradas anteriores como las posteriores para comprender su lugar y momento de enunciación. Una escritura colectiva, situada y concentrada en los procesos, lo inacabado, lo colectivo, lo heterogéneo, lo híbrido, lo transdisciplinar, lo performático, la expansividad y la inespecificidad. Lo contemporáneo en general y este indiccionario en particular suceden allí donde las dudas son moneda corriente. Cada afirmación se lee con ese velo que es (hoy-acá-ahora) la manera más honesta de hablar, pensar y hacer. Hay certezas, pero es necesario conversarlas, revisitarlas y comprenderlas desde todos los ángulos y en escrituras colectivas.
Es profesora en Letras en Educación primaria, secundaria y superior. Miembro del proyecto de investigación “El archivo como política de lectura. Reformulaciones teóricas y metodológicas en América Latina en torno a Archivos de escritores y artistas”.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación | Universidad Nacional de La Plata
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